En otros momentos y en otros hilos he puesto advertencias de este tipo y aquí vuelvo a repetirlas de nuevo.
Ni os fiéis ni os confiéis con los distintos productos químicos: son peligrososHoy al llegar a la oficina me he encontrado con un pequeño desastre químico. La sosa cáustica disuelta en agua se había comido el plástico de la botella que la contenía, se ha derramado por toda la estantería y el banco de trabajo y se ha mezclado con otros productos químicos que había junto a ella.
No solo ha habido damnificados por ataque químico sino que casi se ha producido un conato de incendio, alguna de las mezclas que se han hecho de forma fortuita debe ser fuertemente exotérmica ya que hay daños por calor intenso, aunque afortunadamente no ha llegado a producir llama.
En fin, solo un susto. Pero por eso mismo. Cuidado, mucho cuidado al manipular, usar o almacenar los productos químicos: SON PELIGROSOS.

¡ ¡ ¡ M U Y I M P O R T A N T E ! ! !
¡ ¡ ¡ A T E N C I Ó N ! ! !
Cuidado, Achtung, Peligro, Atención
Los ácidos pueden mezclarse con agua. De hecho lo que nosotros manejamos son casi siempre una disolución de un ácido en agua. No hay ningún problema en mezclar agua y ácido ya que lo que se obtiene es una disolución del ácido en cuestión. Esta es una operación muy habitual en un laboratorio de química que se hace con mucha frecuencia. La preparación de disoluciones de ácido sulfúrico, ácido nítrico o ácido clorhídrico son las más habituales.
Pero realizar la mezcla es algo delicado y hay un par de normas que nunca, bajo ningún concepto, en ninguna circunstancia, por ningún motivo hay que saltarse.
1º.- Cuidado con la temperatura. La disolución de un ácido en agua es una reacción fuertemente exotérmica, que genera calor, y este calor es mayor cuanto mayor sea la velocidad de la reacción. Si realizamos de golpe toda la mezcla es mucho mas que probable que la subida de temperatura haga hervir el agua y salte del recipiente mojando todos los alrededores de ácido caliente. Por ello, primera norma:
HACER LA MEZCLA POCO A POCO.
2º.- El orden de la mezcla es básico. Nunca se debe volcar agua sobre el ácido. Una sola gota de agua en el ácido hace que todo su alrededor ácido reaccione con ella violentamente, la gota alcanza muy pronto la temperatura de ebullición y forma una burbuja que estalla esparciendo ácido concentrado a todo su alrededor. Nunca hay que echar agua sobre el ácido. Cuanto mas concentrado esté el ácido mayor probabilidad hay de que estallen las gotas al reaccionar. Segunda norma:
ECHAR SIEMPRE ÁCIDO SOBRE AGUA.
En la facultad había una regla nemotécnica algo machista que decía:
Siempre EL, el ácido, sobre ELLA, el agua, y muy poco a poco.
Todos sonreíamos pero la lección nos quedaba clara.
No lo olvidéis, es importante. Y protegeros las manos y los ojos, es lo primero que se daña. Y si os llega a caer: agua, mucha agua, a grifo abierto, a raudales.